ARSAT-1 fue especificado, diseñado, financiado, desarrollado, ensamblado y probado en la Argentina a cargo de técnicos y científicos de ese país. El 50 por ciento del satélite está hecho con piezas de fabricación argentina, idéntico porcentaje que tienen los satélites geoestacionarios fabricados en Francia, uno de los países con mayor experiencia en el rubro. En tanto que la totalidad del software fue desarrollado en Argentina.Tras esto, el país se convirtió en una de las ocho naciones en el mundo que desarrollan y producen sus propios satélites geoestacionarios y, junto a Estados Unidos, son los dos únicos en el continente americano.Fué el primer satélite de su tipo construido por un país latinoamericano puesto en órbita.
Carga científica
En 2008, se decidió que el espacio sobrante del ARSAT-1 sea utilizado para experimentos científicos y tecnológicos. Al año siguiente el CONICET proporcionó subsidios para tres experimentos bajo el Array de Carga Tecnológica Argentino del proyecto. Los experimentos elegidos fueron un instrumento para medir electrones, protones y alfas cargadas (denominado Monitor Argentino de Radiación Espacial - MARE), una medida de fluorescencia atmosférica desde una órbita geoestacionaria (denominado Fluorescencia de Órbita Geoestacionaria - FOG) y un estudio sobre la degradación de las células solares en el medio ambiente de la órbita del satélite. Los tres instrumentos transmiten su información a la computadora de a bordo, que también se encarga de su manejo.El experimento MARE se compone de tres detectores para la medición de la radiación en megaelectronvoltios (MeV). El FOG es un telescopio de 15 centímetros de rayos ultravioleta de 8,5 kg de peso. Solamente consume 7 watts, y mide 24 cm x 28 cm x 29 cm e incluye 4 tubos fotomultiplicadores multi-ánodo para la detección ultravioleta. El tercer experimento contó con la participación de la Comisión Nacional de Energía Atómica.
ARSAT-2
Fue construido en conjunto con el ARSAT-1 y comparte muchas de sus características de construcción, pero transportando un mayor número de transpondedores. El 50 % del satélite está hecho con piezas de fabricación argentina, idéntico porcentaje que tienen los satélites geoestacionarios fabricados en Francia, uno de los países con mayor experiencia en el rubro.Asimismo, comparte el mismo software desarrollado íntegramente en Argentina para el ARSAT-1.
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