Una red social es una estructura social compuesta por un conjunto
de actores (tales como individuos u organizaciones) que están relacionados de
acuerdo a algún criterio (relación profesional, amistad, parentesco, etc.).
Normalmente se representan simbolizando los actores como nodos y las relaciones
como líneas que los unen. El tipo de conexión representable en una red social
es una relación diádica o lazo interpersonal.
Las investigaciones han
mostrado que las redes sociales constituyen representaciones útiles en muchos
niveles, desde las relaciones de parentesco hasta las relaciones de
organizaciones a nivel estatal (se habla en este caso de redes políticas),
desempeñando un papel crítico en la determinación de la agenda política y el
grado en el cual los individuos o las organizaciones alcanzan sus objetivos o
reciben influencias. La red social también puede ser utilizada para medir el
capital social (es decir, el valor que un individuo obtiene de los recursos
accesibles a través de su red social).
El análisis de redes
sociales estudia esta estructura social aplicando la teoría de grafos e
identificando las entidades como "nodos" o "vértices" y las
relaciones como "enlaces" o "aristas". La estructura del
grafo resultante es a menudo una red compleja. Como se ha dicho, en su forma
más simple una red social es un mapa de todos los lazos relevantes entre todos
los nodos estudiados. Se habla en este caso de redes "socio céntricas"
o "completas". Otra opción es identificar
la red que envuelve a una persona (en los diferentes contextos sociales en los
que interactúa); en este caso se habla de "red personal".
Las plataformas en
Internet que facilitan la comunicación entre personas de una misma estructura
social se denominan servicios de red social.
Analisis de redes
sociales
El Análisis de redes sociales
(relacionado con la teoría de redes) ha emergido como una metodología clave en
las modernas Ciencias Sociales, entre las que se incluyen la sociología, la
antropología, la psicología social, la economía, la geografía, las Ciencias
políticas, la cienciometría, los estudios de comunicación, estudios
organizacionales y la socio lingüística. También ha ganado un apoyo
significativo en la física y la biología entre otras.
En el lenguaje cotidiano se ha
utilizado libremente la idea de "red social" durante más de un siglo
para denotar conjuntos complejos de relaciones entre miembros de los sistemas
sociales en todas las dimensiones, desde el ámbito interpersonal hasta el
internacional. En 1954, el antropólogo de la Escuela de Mánchester J. A. Barnes
comenzó a utilizar sistemáticamente el término para mostrar patrones de lazos,
abarcando los conceptos tradicionalmente utilizados por los científicos
sociales: grupos delimitados (p.e., tribus, familias) y categorías sociales
(p.e., género, etnia). Académicos como S.D. Berkowitz, Stephen Borgatti, Ronald
Burt, Kathleen Carley, Martin Everett, Katherine Faust, Linton Freeman, Mark
Granovetter, David Knoke, David Krackhardt, Peter Marsden, Nicholas Mullins,
Anatol Rapoport, Stanley Wasserman, Barry Wellman, Douglas R. White y Harrison
White expandieron el uso del análisis de redes sociales sistemático.1
El análisis de redes sociales ha
pasado de ser una metáfora sugerente para constituirse en un enfoque analítico
y un paradigma, con sus principios teóricos, métodos de software para análisis
de redes sociales y líneas de investigación propios. Los analistas estudian la
influencia del todo en las partes y viceversa, el efecto producido por la
acción selectiva de los individuos en la red; desde la estructura hasta la
relación y el individuo, desde el comportamiento hasta la actitud. Como se ha
dicho estos análisis se realizan bien en redes completas, donde los lazos son
las relaciones específicas en una población definida, o bien en redes
personales (también conocidas como redes egocéntricas, aunque no son
exactamente equiparables), donde se estudian "comunidades
personales".2 La distinción entre redes totales/completas y redes
personales/egocéntricas depende mucho más de la capacidad del analista para
recopilar los datos y la información. Es decir, para grupos tales como
empresas, escuelas o sociedades con membrecía, el analista espera tener
información completa sobre quien está en la red, siendo todos los participantes
egos y alteri potenciales. Los estudios personales/egocéntricos son conducidos
generalmente cuando las identidades o egos se conocen, pero no sus alteri.
Estos estudios permiten a los egos aportar información sobre la identidad de
sus alteri y no hay la expectativa de que los distintos egos o conjuntos de
alteri estén vinculados con cada uno de los otros.
Otra representación esquemática de una
red social.
Una red construida a partir de una
bola de nieve se refiere a la idea de que los alteri son identificados en una
encuesta por un conjunto de Egos iniciales (oleada cero) y estos mismos alteri
se convierten en egos en la oleada 1 y nombran a otros alteri adicionales y así
sucesivamente hasta que el porcentaje de alteri nuevos empieza a disminuir.
Aunque hay varios límites logísticos en la conducción de estudios de bola de
nieve, hay desarrollo recientes para examinar redes híbridas, según el cual
egos en redes completas pueden nombrar a alteri que de otro modo no estarían
identificados, posibilitando que éstos sean visibles para todos los egos de la
red.3 La red híbrida, puede ser valiosa para examinar redes totales/completas
sobre las que hay la expectativa de incluir actores importantes más allá de los
identificados formalmente. Por ejemplo, los empleados de una compañía a menudo
trabajan con consultores externos que son parte de una red que no pueden
definir totalmente antes de la recolección de datos.
En el análisis de redes sociales, se
distinguen varias tendencias analíticas:4
No se parte de la hipótesis de que los grupos son los bloques en la
sociedad: el enfoque está abierto a estudiar sistemas sociales menos definidos,
desde comunidades no locales, hasta enlaces a través de websites.
En lugar de tratar a los individuos (personas, organizaciones, estados)
como unidades discretas de análisis, se centra en cómo la estructura de las
relaciones afecta a los individuos y sus relaciones.
En contraste con los análisis que asumen que la socialización de las
normas determina el comportamiento, el análisis de redes se utiliza para
observar el grado en que la estructura y composición de las relaciones entre
los individuos afectan a las normas.
La forma de una red social ayuda a
determinar la utilidad de la red para sus individuos. Las redes más pequeñas y
más estrictas, pueden ser menos útiles para sus miembros que las redes con una
gran cantidad de conexiones sueltas (vínculo débil) con personas fuera de la
red principal. Las redes más abiertas, con muchos vínculos y relaciones
sociales débiles, tienen más probabilidades de presentar nuevas ideas y
oportunidades a sus miembros que las redes cerradas con muchos lazos
redundantes. En otras palabras, un grupo de amigos que sólo hacen cosas unos
con otros ya comparten los mismos conocimientos y oportunidades. Un grupo de
individuos con conexiones a otros mundos sociales es probable que tengan acceso
a una gama más amplia de información. Es mejor para el éxito individual tener
conexiones con una variedad de redes en lugar de muchas conexiones en una sola
red. Del mismo modo, los individuos pueden ejercer influencia o actuar como
intermediadores en sus redes sociales, de puente entre dos redes que no están
directamente relacionadas (conocido como llenar huecos estructurales).5
El poder de análisis de redes sociales
estriba en su diferencia de los estudios tradicionales en las Ciencias
Sociales, que asumen que los atributos de cada uno de los actores -ya sean
amistosos o poco amistosos, inteligentes o tontos, etc- es lo que importa. El
análisis de redes sociales produce una visión a la vez alternativa y
complementaria, en la cual los atributos de los individuos son menos
importantes que sus relaciones y sus vínculos con otros actores dentro de la
red. Este enfoque ha resultado ser útil para explicar muchos fenómenos del
mundo real, pero deja menos espacio para la acción individual y la capacidad de
las personas para influir en su éxito, ya que gran parte se basa en la
estructura de su red.
Las redes sociales también se han
utilizado para examinar cómo las organizaciones interactúan unas con otras,
caracterizando las múltiples conexiones informales que vinculan a los
ejecutivos entre si, así como las asociaciones y conexiones entre los empleados
de diferentes organizaciones. Por ejemplo, el poder dentro de las
organizaciones, a menudo proviene más del grado en que un individuo dentro de
una red se encuentra en el centro de muchas relaciones, que de su puesto de
trabajo real. Las redes sociales también juegan un papel clave en la
contratación, en el éxito comercial y en el desempeño laboral. Las redes son
formas en las cuales las empresas recopilan información, desalientan la
competencia, y connivencia en la fijación de precios o políticas.6
Historia del análisis de redes
sociales
Linton Freeman ha escrito la historia
del progreso de las redes sociales y del análisis de redes sociales.7
Los precursores de las redes sociales,
a finales del siglo XIX incluyen a Émile Durkheim y a Ferdinand Tönnies.
Tönnies argumentó que los grupos sociales pueden existir bien como lazos
sociales personales y directos que vinculan a los individuos con aquellos con
quienes comparte valores y creencias (gemeinschaft), o bien como vínculos
sociales formales e instrumentales (gesellschaft). Durkheim aportó una
explicación no individualista al hecho social, argumentando que los fenómenos
sociales surgen cuando los individuos que interactúan constituyen una realidad
que ya no puede explicarse en términos de los atributos de los actores
individuales. Hizo distinción entre una sociedad tradicional -con
"solidaridad mecánica"- que prevalece si se minimizan las diferencias
individuales; y una sociedad moderna -con "solidaridad orgánica"- que
desarrolla cooperación entre individuos diferenciados con roles independientes.
Por su parte, Georg Simmel a comienzos
del siglo XX, fue el primer estudioso que pensó directamente en términos de red
social. Sus ensayos apuntan a la naturaleza del tamaño de la red sobre la
interacción y a la probabilidad de interacción en redes ramificadas, de punto
flojo, en lugar de en grupos.
Después de una pausa en las primeras
décadas del siglo XX, surgieron tres tradiciones principales en las redes
sociales. En la década de 1930, Jacob L. Moreno fue pionero en el registro
sistemático y en el análisis de la interacción social de pequeños grupos, en
especial las aulas y grupos de trabajo (sociometría), mientras que un grupo de
Harvard liderado por W. Lloyd Warner y Elton Mayo exploró las relaciones
interpersonales en el trabajo. En 1940, en su discurso a los antropólogos
británicos, A.R. Radcliffe-Brown instó al estudio sistemático de las redes.8
Sin embargo, tomó unos 15 años antes de esta convocatoria fuera seguida de
forma sistemática.
El Análisis de redes sociales se
desarrolló con los estudios de parentesco de Elizabeth Bott en Inglaterra entre
los años 1950, y con los estudios de urbanización del grupo de antropólogos de
la Universidad de Mánchester (acompañando a Max Gluckman y después a J. Clyde
Mitchell) entre los años 1950 y 1960, investigando redes comunitarias en el sur
de África, India y el Reino Unido. Al mismo tiempo, el antropólogo británico
Nadel SF Nadel codificó una teoría de la estructura social que influyó
posteriormente en el análisis de redes.9
Entre los años 1960 y 1970, un número
creciente de académicos trabajaron en la combinación de diferentes temas y
tradiciones. Un grupo fue el de Harrison White y sus estudiantes en el
Departamento de Relaciones Sociales de la Universidad de Harvard: Ivan Chase,
Bonnie Erickson, Harriet Friedmann, Mark Granovetter, Nancy Howell, Joel
Levine, Nicholas Mullins, John Padgett, Michael Schwartz y Barry Wellman. Otras
personas importantes en este grupo inicial fueron Charles Tilly, quien se
enfocó en redes en sociología política y movimientos sociales, y Stanley
Milgram, quien desarrolló la tesis de los "seis grados de separación".10
Mark Granovetter y Barry Wellman están entre los antiguos estudiantes de White
que han elaborado y popularizado el análisis de redes sociales.11
Pero el grupo de White no fue el
único. En otros lugares, distintos académicos desarrollaron un trabajo
independiente significativo: científicos sociales interesados en aplicaciones
matemáticas de la Universidad de California Irvine en torno a Linton Freeman,
incluyendo a John Boyd, Susan Freeman, Kathryn Faust, A. Kimball Romney y
Douglas White; analistas cuantitativos de la Universidad de Chicago, incluyendo
a Joseph Galaskiewicz, Wendy Griswold, Edward Laumann, Peter Marsden, Martina
Morris, y John Padgett; y académicos de la comunicación en la Universidad de
Michigan, incluyendo a Nan Lin y Everett Rogers. En la década de 1970, se
constituyó un grupo de sociología sustantiva orientada de la Universidad de
Toronto, en torno a antiguos estudiantes de Harrison White: S.D. Berkowitz,
Harriet Friedmann, Nancy Leslie Howard, Nancy Howell, Lorne Tepperman y Barry
Wellman, y también los acompañó el señalado modelista y teorético de los juegos
Anatol Rapoport. En términos de la teoría, criticó el individualismo
metodológico y los análisis basados en grupos, argumentando que ver el mundo
desde la óptica de las redes sociales ofrece un apalancamiento más analítico.12
Investigación sobre redes sociales
El análisis de redes sociales se ha
utilizado en epidemiología para ayudar a entender cómo los patrones de contacto
humano favorecen o impiden la propagación de enfermedades como el VIH en una
población. La evolución de las redes sociales a veces puede ser simulada por el
uso de modelos basados en agentes, proporcionando información sobre la
interacción entre las normas de comunicación, propagación de rumores y la
estructura social.
El análisis de redes sociales también
puede ser una herramienta eficaz para la vigilancia masiva - por ejemplo, el
Total Information Awareness realizó una investigación a fondo sobre las
estrategias para analizar las redes sociales para determinar si los ciudadanos
de EE.UU. eran o no amenazas políticas.
La teoría de difusión de innovaciones
explora las redes sociales y su rol en la influencia de la difusión de nuevas
ideas y prácticas. El cambio en los agentes y en la opinión del líder a menudo
tienen un papel más importante en el estímulo a la adopción de innovaciones, a
pesar de que también intervienen factores inherentes a las innovaciones.
Por su parte, Robin Dunbar sugirió que
la medída típica en una red egocéntrica está limitado a unos 150 miembros,
debido a los posibles límites de la capacidad del canal de la comunicación
humana. Esta norma surge de los estudios transculturales de la sociología y
especialmente de la antropología sobre la medida máxima de una aldea (en el
lenguaje moderno mejor entendido como una ecoaldea). Esto está teorizado en la
psicología evolutiva, cuando afirma que el número puede ser una suerte de
límite o promedio de la habilidad humana para reconocer miembros y seguir
hechos emocionales con todos los miembros de un grupo. Sin embargo, este puede
deberse a la intervención de la economía y la necesidad de seguir a los
«polizones», lo que hace que sea más fácil en grandes grupos sacar ventaja de
los beneficios de vivir en una comunidad sin contribuir con esos beneficios.
Mark Granovetter encontró en un
estudio que un número grande de lazos débiles puede ser importante para la
búsqueda de información y la innovación. Los cliques tienen una tendencia a
tener opiniones más homogéneas, así como a compartir muchos rasgos comunes.
Esta tendencia homofílica es la razón por la cual los miembros de las
camarillas se atraen en primer término. Sin embargo, de forma parecida, cada
miembro del clique también sabe más o menos lo que saben los demás. Para
encontrar nueva información o ideas, los miembros del clique tendrán que mirar
más allá de este a sus otros amigos y conocidos. Esto es lo que Granovetter
llamó «la fuerza de los lazos débiles».
Hay otras aplicaciones del término red
social. Por ejemplo, el Guanxi es un concepto central en la sociedad china (y
otras culturas de Asia oriental), que puede resumirse como el uso de la
influencia personal. El Guanxi puede ser estudiado desde un enfoque de red
social.13
El fenómeno del mundo pequeño es la
hipótesis sobre que la cadena de conocidos sociales necesaria para conectar a
una persona arbitraria con otra persona arbitraria en cualquier parte del
mundo, es generalmente corta. El concepto dio lugar a la famosa frase de seis
grados de separación a partir de los resultados del «experimento de un mundo
pequeño» hecho en 1967 por el psicólogo Stanley Milgram. En el experimento de
Milgram, a una muestra de individuos EE.UU. se le pidió que hiciera llegar un
mensaje a una persona objetivo en particular, pasándolo a lo largo de una
cadena de conocidos. La duración media de las cadenas exitosas resultó ser de
unos cinco intermediarios, o seis pasos de separación (la mayoría de las
cadenas en este estudio ya no están completas). Los métodos (y la ética
también) del experimento de Milgram fueron cuestionados más tarde por un
estudioso norteamericano, y algunas otras investigaciones para replicar los
hallazgos de Milgram habrían encontrado que los grados de conexión necesarios
podrían ser mayores.14 Investigadores académicos continúan exploranto este fenómeno
dado que la tecnología de comunicación basada en Internet ha completado la del
teléfono y los sistemas postales disponibles en los tiempos de Milgram. Un
reciente experimento electrónico del mundo pequeño en la Universidad de
Columbia, arrojó que cerca de cinco a siete grados de separación son
suficientes para conectar cualesquiera dos personas a través de e-mail.15
Los grafos de colaboración pueden ser
utilizados para ilustrar buenas y malas relaciones entre los seres humanos. Un
vínculo positivo entre dos nodos denota una relación positiva (amistad,
alianza, citas) y un vínculo negativo entre dos nodos denota una relación
negativa (odio, ira). Estos gráficos de redes sociales pueden ser utilizados
para predecir la evolución futura de la gráfica. En ellos, existe el concepto
de ciclos «equilibrados» y «desequilibrados». Un ciclo de equilibrio se define
como aquél donde el producto de todos los signos son positivos. Los gráficos
balanceados representan un grupo de personas con muy poca probabilidad de
cambio en sus opiniones sobre las otras personas en el grupo. Los gráficos
desequilibrados representan un grupo de individuo que es muy probable que
cambie sus opiniones sobre los otros en su grupo. Por ejemplo, en un grupo de 3
personas (A, B y C) donde A y B tienen una relación positiva, B y C tienen una
relación positiva, pero C y A tienen una relación negativa, es un ciclo de
desequilibrio. Este grupo es muy probable que se transforme en un ciclo
equilibrado, tal que la B sólo tiene una buena relación con A, y tanto A como B
tienen una relación negativa con C. Al utilizar el concepto de ciclos
balanceados y desbalanceados, puede predecirse la evolución de la evolución de
un grafo de red social.
Un estudio ha descubierto que la
felicidad tiende a correlacionarse en redes sociales. Cuando una persona es
feliz, los amigos cercanos tienen una probabilidad un 25 por ciento mayor de
ser también felices. Además, las personas en el centro de una red social
tienden a ser más feliz en el futuro que aquellos situados en la periferia. En
las redes estudiadas se observaron tanto a grupos de personas felices como a
grupos de personas infelices, con un alcance de tres grados de separación: se
asoció felicidad de una persona con el nivel de felicidad de los amigos de los
amigos de sus amigos.16
Algunos investigadores han sugerido
que las redes sociales humanas pueden tener una base genética.17 Utilizando una
muestra de mellizos del National Longitudinal Study of Adolescent Health, han
encontrado que el in-degree (número de veces que una persona es nombrada como
amigo o amiga), la transitividad (la probabilidad de que dos amigos sean amigos
de un tercero), y la intermediación y centralidad (el número de lazos en la red
que pasan a través de una persona dada) son significativamente hereditarios.
Los modelos existentes de formación de redes no pueden dar cuenta de esta
variación intrínseca, por lo que los investigadores proponen un modelo
alternativo «Atraer y Presentar», que pueda explicar ese caracter hereditario y
muchas otras características de las redes sociales humanas.18
No hay comentarios:
Publicar un comentario