Duel:
Duel (en
España,
El diablo sobre ruedas; en el
Perú,
Duelo o
Reto a la muerte en Argentina es un
telefilme estadounidense de
1971 del género de
suspense, el primero de este tipo dirigido por
Steven Spielberg, que por aquel entonces todavía no contaba con la gran fama que actualmente lo caracteriza.
Dennis Weaver y
Cary Loftin dieron vida a los personajes principales.
El
guion del telefilme fue escrito por
Richard Matheson a partir de su
novela corta
homónima. Narra la inexplicable persecución a la que se ve sometido un
conductor de un automóvil por parte de un desquiciado que lleva un
enorme
camión cisterna.
El telefilme, de
16 mm, fue emitido por la
ABC el 13 de noviembre de 1971. En las salas cinematográficas, se proyectó en
35 mm en 1972, con una duración ampliada desde 74 min. hasta 90.
Argumento
Un Plymouth Valiant y un
gandola Peterbilt 281 (1955) similares a los vehículos usados en el film de 1971
David Mann (
Dennis Weaver), un común hombre de negocios y de familia de clase media, viaja con su coche, un
Plymouth Valiant, por una zona desértica y aislada al sur de los
Estados Unidos, cerca de la frontera con
México, cuando en una carretera de doble vía adelanta a un viejo y oxidado
camión cisterna
que parece contener inflamables. Al adelantar el camión, el conductor
de éste parece molestarse y lo vuelve a adelantar, no lo deja rebasarlo,
y cuando el conductor del camión le hace señas para rebasarlo, casi le
provoca un accidente con un vehículo en contra.
Mann intenta aumentar la distancia entre el camión y su vehículo y
cuando casi lo logra, casi se estrella en una cerca de un campo, frente a
un Café, donde los presentes en el sector creen que Mann no está en sus
cabales. Mann se dirige al baño y cuando se dispone a comer algo, se da
cuenta de que el camión está fuera, sin su conductor, entonces empieza a
sospechar de cada uno de los hombres que están presentes. Confunde a
uno de ellos con el conductor, y cuando lo increpa provoca una reyerta
donde él sale perdiendo; finalmente se da cuenta del error cometido. Al
salir en dirección al vehículo agresor, el camión bruscamente se pone en
marcha y Mann no logra darle alcance a pie creyendo que ya el camión no
lo seguía, un chófer de un autobús escolar lo detiene, ya que el camión
fallaba, pidió que le empuja se con su auto, cosa que no funciono, al
ver hacia adentro de un túnel, el camión cisterna lo esperaba, conforme
se va acercando, Mann se desespera, y le dice al chófer que el conductor
de ese camión es un desquiciado sujeto que intenta matarlo, cosa que el
chofer no le cree, en una escena después, Mann huye a toda velocidad en
su auto. Poco después en un cruce ferroviario activado por un convoy
cruzando, el camionero sorprende a Mann por detrás y empuja al automóvil
contra el paso a nivel marcha con el objeto de que sea arrollado. Mann
logra zafarse al último momento. En un intento por llamar a la policía,
Mann logra entrar a una cabina telefónica y, cuando logra comunicarse,
el camión embiste la caseta destruyendo todo a su paso. Mann logra
escapar con su vehículo.
Después de un rato la persecución se convierte en acoso y desesperación
por parte de David Mann. Lo que aparenta ser un juego malintencionado
realizado por el camionero al que nunca verá su rostro (Cary Loftin), se
va convirtiendo en una vorágine de locura desquiciada trastocada en un
enfrentamiento a vida o muerte entre David y el camión (el hecho de que
el camión está conducido por una persona se torna irrelevante), así a lo
largo de kilómetros y kilómetros de carreteras solitarias jugando al
gato y el ratón.
Finalmente, el camión y el protagonista, al límite de sus posibilidades
de cordura, se ven enfrentados en una carretera cerrada en unos
acantilados. El final es sorprendente, al final Mann estrella su Valiant
contra un cerro pequeño, sin alternativa alguna, Mann salta de su
Valiant destruido para que choque con el camión, cosa que funciona, el
camión al final se estrella y cae en un acantilado. Una parte no
observada es que el camión tiene una transmisión fuller 915,15 ca
mbios.
No hay comentarios:
Publicar un comentario