La primera vez que científicos occidentales estudiaron los dragones de Komodo fue en 1910. Su excepcional tamaño y su reputación de animal temible los convierte en uno de los animales más populares de los zoológicos. En estado salvaje son una especie amenazada; su ámbito de distribución se ha reducido debido a las actividades humanas y están catalogados como vulnerables en la Lista Roja de la UICN. Están protegidos por la ley indonesia, y un parque nacional, el Parque Nacional de Komodo, fue fundado en 1980 para contribuir a su conservación.
La época de apareamiento comienza entre julio y agosto y la puesta de huevos en septiembre. Depositan aproximadamente veinte huevos en nidos de megápodos abandonados, y los incuban durante siete u ocho meses, hasta su eclosión en abril, cuando los insectos son más abundantes. Los jóvenes son vulnerables, por lo que suelen morar en árboles, a salvo de depredadores y adultos caníbales. Tardan aproximadamente entre tres y cinco años en madurar, y pueden vivir hasta unos cincuenta años. Estos lagartos se encuentran entre los pocos vertebrados con capacidad de reproducción por partenogénesis, proceso por el que las hembras pueden poner huevos viables en situaciones de ausencia de machos.
Los nativos de la isla de Komodo se refieren a este animal como ora, buaya darat (cocodrilo de tierra) o biawak raksasa (monitor gigante).
Su desarrollo
evolutivo comenzó con el género Varanus, que se originó en Asia
hace aproximadamente 40 millones de años y emigró al continente
australiano. Hace aproximadamente 15 millones de años, una colisión
entre Australia y Asia Sudoriental permitió que los varánidos se trasladaran a
lo que actualmente es el archipiélago indonesio,
extendiendo su distribución hasta el este de la isla de Timor.
Se cree que el dragón de Komodo se distinguió de sus antepasados australianos
hace 4 millones de años. Sin embargo, pruebas de fósiles recientes en Queensland sugieren que evolucionó en
Australia antes de extenderse a Indonesia. La importante bajada del nivel del
mar durante el último período
glaciar descubrió extensas zonas de la plataforma continental que el
dragón de Komodo había colonizado, aislándolos en su ámbito actual de
distribución cuando el nivel del mar subió de nuevo.
Es el lagarto de mayor tamaño del mundo, con una longitud media de dos a tres metros y un peso de unos 70 kg. En la naturaleza, un adulto mide unos 2,5 m y pesa de media unos 70 kg, aunque los especímenes en cautividad a menudo pesan más. El espécimen salvaje más grande conocido midió 3,13 metros de longitud y pesó 166 kg (incluida la comida sin digerir). A consecuencia de su tamaño, son los superpredadores de los ecosistemas en los que viven.
Los dragones de Komodo poseen una
larga y fuerte cola.
Su inusual tamaño se atribuía generalmente al gigantismo insular,
ya que no hay otros animales carnívoros que puedan ocupar el nicho ecológico de
las islas en las que viven.Sin embargo, investigaciones recientes sugieren que
su gran tamaño se entiende mejor como un vestigio aislado de una antigua
población de grandes varánidos que vivían en Indonesia y Australia, la mayor parte de los cuales, junto con
otra megafauna, fue descastada tras su contacto con los
humanos modernos. Se han encontrado en Australia fósiles muy similares a V.
komodoensis de más de 3,8 millones de años de antigüedad, y su tamaño
permaneció estable en Flores,
una de las pocas islas indonesias donde se le puede encontrar en la actualidad,
desde que esta isla (junto con sus vecinas) fueron aisladas por los crecientes
niveles del mar hace unos 900.000 años.Tiene una cola fuerte y musculosa tan larga como su cuerpo, y aproximadamente 60 dientes serrados, que se cambian a menudo y que pueden medir hasta 2,5 centímetros de largo. Su saliva suele estar manchada de sangre, puesto que los dientes están casi cubiertos de tejido gingival que se daña de forma natural durante la masticación. Esto crea un cultivo ideal para las virulentas bacterias que viven en su boca.Tiene una lengua larga y amarilla, marcadamente bifurcada.
BIFURCADA: De
forma de horquilla.
GINGIVAL: Perteneciente o
relativo a las encías.
CULTIVO: Cría y
explotación de seres vivos con fines científicos, económicos o industriales.
FOSILES: Mineral o roca de cualquier clase
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